El mercado teme un derrumbe de la actividad por el descontrol de las tasas
El mercado financiero argentino vive días de vértigo. El frenesí de tasas y la fenomenal intervención en el mercado de futuros incuba un combo explosivo. En ambos casos se trata de compromisos asumidos que hay que pagar en el corto plazo.
El rally de tasas arrancó cuando el gobierno desarmó las Lefis, la plaza se inundó de pesos, las tasas de interés quedaron sin red y se fueron a pique. Los pesos dejaron de rendir, y fueron a presionar el precio del dólar. La tasa de caución, que es lo que se paga por préstamos por un día, pasó a ser considerada la tasa de referencia y llegó a tocar el 12%.
Para frenar el derrape, salieron con todo el Banco Central y el Tesoro: el primero inyectó anabólicos vía pases pasivos, y el segundo apareció con una licitación fuera de calendario para absorber pesos.
La estrategia de emergencia funcionó a medias. Caputo consiguió bajar la cotización de la divisa a los 1.275 pesos. Sin embargo, la estrella fue la tasa de caución, que trepó al 80% en la rueda de este martes para luego estacionarse en la zona del 40% en cuestión de horas.
Con disimulo, los operadores financieros transmiten una sensación de pánico. “La tasa de interés real para plazos cortos está, al 22 de julio, en sus niveles más altos, lo que confirma mayor incertidumbre para el corto plazo y posiblemente un desenlace cambiario negativo en lo inmediato”, dice la consultora LCG.
“Esta suba de tasas, de no estabilizarse pronto, impactará en las tasas bancarias, tanto activas como pasivas, incorporando un ingrediente adicional que podría significar un lastre para el despegue de la actividad económica”, advierte la misma consultora.
“La dinámica actual no sólo encarece la deuda del Tesoro y compromete los rollover; también frena la actividad. El crédito se enfría (junio mostró el menor crecimiento desde mayo de 2024) y la economía empieza a sentir el golpe”, alertó en un informe Delphos Investment.
“Una tasa tan alta no es buena por varios motivos: Encarece el crédito para la actividad, frenando un EMAE que ya viene pesado; deteriora el resultado fiscal, si no se compensa con mayor superávit primario; y hace crecer la deuda en términos reales” afirmó Federico Machado, de Open Economía.
La escena preocupa a varios analistas.”Las tasas cortas en pesos vienen mostrando una altísima volatilidad desde que se extinguieron las LeFi”, explicó Juan Manuel Franco, del Grupo SBS. Según este economista, lo que se viene puede ser aún más complicado. “El lugar en que terminan quedando las tasas cortas y las tasas reales en general será clave para ver qué costo de endeudamiento tendrán las futuras colocaciones de deuda del Tesoro”, advirtió Franco.
Por su parte, Pablo Repetto, jefe de research en Aurum Valores, fue al hueso: “Lo que estamos viendo hoy, prolongándose en el tiempo, puede ser muy pernicioso para la deuda en pesos”.
En paralelo corre la intervención del Banco Central en ventas de dólar futuro con contratos pautados por el equivalente a USD 3.000 millones de mayo a esta parte. ¿Qué tiene que ver esto con las tasas? Mucho. Los contratos de dólar futuro son apuestas a cuánto va a valer el tipo de cambio en una fecha determinada. Cuando las tasas de interés en pesos están tan altas y el precio del dólar futuro no se mueve en la misma proporción, se arma una oportunidad conocida como “carry trade”: cambiar dólares, colocarlo en pesos y cubrirse con dólar futuro que el Central ofrece barato.
Como sea, tanto en los contratos futuro, donde el BCRA se compromete a pagar el diferencial en la cotización de la divisa al vencimiento, como en la emisión de deuda del Tesoro con tasas convalidadas en la zona del 50%, comprometen pesos a futuro, lo que presiona sobre el nivel de endeudamiento, resultado fiscal e inflación, tal como se explica en los manuales de economía.
Lo concreto es que en el mercado se descuenta que más temprano que tarde el dólar oficial va a pegar un salto. Los cimbronazos generan ansiedad y cada vez son más los que advierten que el esquema actual está llegando a su límite.