Fracasó el coucheo de Caputo a los libertarios que visitaron a Astiz y Menem no puede contener la rebelión interna
El diputado libertario Carlos D’Alessandro hizo que se activaran todas las alarmas en el despacho de Martín Menem el lunes por la noche, cuando empezó a juntar firmas para pedir una sesión especial para este miércoles con el propósito de tratar proyectos de declaración de repudio contra Nicolás Maduro.
La iniciativa, que llegó a cosechar el apoyo de siete legisladores libertarios y ocho de otras bancadas, puso en alerta al riojano porque la apertura del recinto era una oportunidad para que toda la oposición se juntara en las críticas por el escándalo de la visita a Alfredo Astiz y los demás genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad en Ezeiza.
Para desactivar ese riesgo, Menem se reunió con D’Alessandro antes de la reunión de bloque convocada para el martes por la noche. “Fingimos demencia pero Menem ya sabe que el puntano lo puede joder”, deslizó ante LPO una fuente parlamentaria, y recordó que ese legislador fue el primero en asumir en público que votaría la comisión especial que promueve el kirchnerismo para esclarecer lo sucedido y determinar las responsabilidades.
La tensión entre ambos legisladores llegó al máximo desde que el presidente de la Cámara Baja le negó a D’Alessandro un lugar en la Bicameral de Inteligencia, tal como informó LPO, y le entregó su plaza a César Treffinger, uno de los diputados que compone el reducido círculo de confianza de Menem junto a Gabriel Bornoroni y Nicolás Mayoraz.
En ese contexto, los libertarios permanecen en estado de convulsión y el coucheo de Guillermo Garat, vicepresidente de YPF, y su partenaire en la consultoría política, Rodrigo Lugones, no estaría surtiendo efecto. A las declaraciones de Lourdes Arrieta, una de las legisladoras que se subió a la expedición al pabellón de los represores y que admitió que tuvo que “googlear” el nombre de Astiz porque no lo conocía, se suma la bronca de aquellos diputados que observan cómo se daña la imagen de la fuerza política.
El encargado de dar este martes una versión lavada de lo sucedido en el penal fue Guillermo Montenegro, quien había cosechado cercanía y afinidad política con la vicepresidenta Victoria Villarruel hasta que se produjo un repentino distanciamiento entre ambos. El diputado bonaerense pretendió que el objetivo de la excursión había sido reunirse con “los directores del penal”, una mutación del “cuento de Heidi” que desde un despacho oficialista transmitieron durante el fin de semana a LPO: “quieren instalar que fueron a ver presas embarazadas”, decían.
Benedit, Arrieta y Montenegro
Esa explicación ni siquiera pasa el filtro de los más desprevenidos. En primer lugar, porque el chat de WhatsApp de los libertarios es la comidilla de los pasillos del Congreso cada vez que se filtran sus discusiones y la que se produjo tras la visita a los condenados por sus delitos durante la dictadura no fue la excepción.
En esos intercambios, divulgados ya por la prensa, Beltrán Benedit manifestó: “A la reconstrucción de la patria no la van hacer ni los pusilánimes, ni los especuladores, ni los cobardes”. Casualmente, su arenga cosechó el respaldo de Arrieta, quien escribió: “Señores, tengo 31 años y quiero conocer la verdad de primera mano, que no me la cuenten como nos lo contaron durante 20 años fácil. Memoria, Verdad y Justicia; no Venganza”.
Por eso, los intentos profesionales de Garat y Lugones, ofrecidos a Menem por Santiago Caputo para mitigar el daño, no estarían dando resultados. De hecho, uno de los legisladores presentes en la reunión de bloque refirió a LPO que María Fernanda Araujo, otra de las visitas que recibió Astiz, “admitió todo y contradijo a Montenegro”.
En ese momento, el sanjuanino José Peluc se paró y acusó a sus colegas de ser “unos mentirosos”. “Son todos una manga de mentirosos y se creen que somos todos pelotudos”, habría dicho.
Desde el entorno de Menem negaron que hubiera existido tensión en el encuentro. Acaso quedaron impregnados de la bucólica intervención final de la diputada Alida Ferreyra, parte de la comitiva que viajó a Ezeiza también.
Recientemente casada con su vocero, Mariano Jesús Lo Giusto, preguntó si sus compañeros estaban dispuestos a recibir las fotos de la ceremonia religiosa que celebraron el sábado pasado en la Basílica Inmaculada Concepción de María, ubicada en Vuelta de Obligado 2042.