La interna del chavismo que calentó el último tramo de la campaña en Venezuela
La distancia que tomó Lula del proceso electoral en Venezuela abrió una fuerte interna en la cúpula del chavismo. Al día siguiente que el líder brasileño advirtiera a Nicolás Maduro de la necesidad de entregar el poder si pierde las elecciones, dos figuras muy importantes hablaron en el mismo sentido.
Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente y diputado de la Asamblea Nacional, dijo en una entrevista al diario El País de España que si su padre pierde con Edmundo González, entregará el mando y pasarán a la oposición. Esa declaración circuló más de la cuenta y todos los cañones apuntaron al heredero al trono en Miraflores.
El chavismo y la oposición cerraron las campañas con dos actos masivos
El dirigente que encaró ese malestar fue Diosdado Cabello, número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela y jefe del bloque chavista en la Asamblea Nacional. Diosdado dijo en su programa de televisión “Con el mazo dando” que “yo hable con uno que me dijo que está dispuesto a entregar. Buenos, siempre hay traidores. Nosotros no vamos a traicionar a este pueblo, jamás, estamos aquí de pie”.
“Cuando ustedes empiecen a escuchar discursos raros, como exquisitos que quieran alejarse de la candela para ponerse por encima del bien y del mal tengan cuidado. No se puede estar con el bien y con el mal. Los tipos son así pero una revolución es ardiente, es pasión, fuerza y dinamismo y transformación constante. Eso no lo hacen los que son así”, agrega.
Una fuente que trabaja de cerca en la campaña chavista reconoció a LPO que “no cayó nada bien. Fíjate que no dio una sola entrevista más. No es lindo que te aprete Diosdado en televisión”.
Nicolasito, como le dicen en Venezuela al hijo de Nicolás Maduro, integra uno de los anillos de confianza de su padre detrás de Delcy Rodríguez, vicepresidenta y cerebro del modelo económico, y Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional. Los hermanos Rodriguez son los que hablan con los diferentes representantes de Estados Unidos, sean empresas o autoridades de gobierno. El círculo lo cierra la primera dama Cilia Guerra y recién ahí aparece su primogénito.
Es uno de los aspirantes a suceder a Maduro y cuenta con el plus de tener la relación con el Vaticano a partir de su rol como secretario de Culto del PSUV. En esa interna por la renovación chavista, su pelea es con Héctor Rodríguez, gobernador de Miranda transita su segunda mandato.
Nicolás Maduro Guerra.
Ambos tienen la estrategia de mostrarse autocríticos y menos radicalizados que la vieja guardia chavista para recuperar a los electores que fueron abandonando el barco a partir del estado de descomposición que el país experimentó en la última década. Pero en el camino se encuentran con políticos como Diosdado, una figura fuerte del partido que entra y sale del circulo de confianza de Maduro pero su palabra tiene influencia.
Otro ministro que habló en el mismo sentido que Lula fue Vladimir Padrino Lopez, ministro de Defensa y jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas quien planteó en un acto público que “el que gane se montará sobre su proyecto y el que pierda se irá a descansar”. “No somos nosotros (las FANB) los que tenemos que denunciar fraude. Nosotros vamos a respetar la ley y la Constitución”, agregó.
Maduro le dijo a Lula que “si está asustado se tome un te de manzanilla” y extrema la tensión
Padrino tiene el enorme poder que implica la fuerza militar que conduce y nadie se anima a desautorizarlo, pero son varios de ambos lados de los comandos de campaña los que dicen que hay que prestar atención a lo que diga Padrino si la noche del domingo entra en una zona de incertidumbre.
Así terminó la campaña de Maduro, con la idea de haber recuperado capacidad y músculo para movilizar, pero con una feroz interna que decidieron hacer pública en medio de las presiones contra el régimen para que acepte los eventuales resultados desfavorables.
Diosdado Cabello desautorizó al hijo de Nicolás Maduro y sugirió que es un traidor por decir que su padre debe entregar el mando si pierde la elección.