“Venezuela perdió el 80 por ciento del PBI en 20 años, eso solo pasa en una guerra”
Ser empresario en Venezuela no es una tarea sencilla. A las tensiones originales con el gobierno de Hugo Chávez en medio de la ola de expropiaciones que marcó su gobierno, se le suma el caos de las relaciones entre los partidos políticos el deterioro institucional y las constantes narrativas anti-empresarios que nacen desde las filas del socialismo bolivariano.
Sin embargo, el presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecamara), Adán Celis Michelena, recibe a LPO en su oficina con una admirable tranquilidad. No parece correr por sus venas la tensión de una elección que podría penerle fin a los largos 25 años del chavismo en el poder.
Vestido de traje y presumiendo su 1.90 de altura, el jefe de la asociación empresaria se sienta en el salón de reuniones del viejo edificio caraqueño con un anotador de almacenero amarillo como para ordenar sus ideas.
El esfuerzo por no tomar partido o que sus declaraciones nos sean malinterpretadas en una contexto de polarización aguda es evidente: elige priorizar su rol institucional aunque se anima a marcar posición sobre los problemas que arrastra la economía venezolana.
Destaca el buen diálogo con Nicolás Maduro y respalda tímidamente el giro económico de los últimos años, pero remarca con énfasis que hay que desmontar un modelo de control de precios: “Que ya no se aplica, pero está”.
-¿Es difícil ser empresario en Venezuela?
-(Se ríe) Nosotros somos empresarios de la organización mas importante del país, reconocida por la Organización Internacional del Trabajo y la asociación de empleadores del mundo. Somos una federación de confederaciones, debajo de Fedecámaras están las principales centrales de cada uno de los sectores del país. La industria, el comercio, el agro, la construcción, el turismo, inmobiliario, bancarios y petroleros. Los 14 principales sectores del país se reúnen en esta sala con presidentes de todas las regiones, es decir, tenemos desde la mirada del comerciante más pequeño hasta el más grande y de la capital hasta el ultimo estado.
Somos el brazo político del empresariado no partidista. Estamos para influir en políticas publicas y que haya un marco jurídico mas amigable que se traduzcan en leyes.
-¿Y es difícil?
-Siempre somos optimistas.
-¿Cuál es su análisis de la situación económica?
-Venimos de una política económica con más de 20 años de control, restrictiva y rentistas del petróleo. Teníamos 3 millones de barriles a 100 dólares entonces se pensó que no se necesitaba más. En ese contexto, el sector privado, a pesar de ser el mayor empleador en términos de PBI, no aportaba mas del 15 o 20 por ciento. Con la caída del sector publico y pasar de 3 millones a 800 barriles, si bien también caímos pero menos que el sector público, terminamos representando un poco más.
¿Cómo fue ese cambio? Con una política economica de ir disminuyendo el sector privado intercambiando la producción nacional por importados, atacando a cada uno de los empresarios y eso genero una reacción. Fue un momento de mucha tensión en ese momento con el gobierno de Hugo Chavez.
Luego fue mejorando y ahora hay otra relación aunque tenemos diferencias de concepción. Nosotros creemos en la economía de mercado y en la libertad económica y ellos ahora mismo están pensando en pasar de un modelo rentista a un modelo productivo al estilo China.
-¿Y ustedes qué piensan de eso?
-Todo lo que sea mejorar está bien, pero nos gustaría un modelo completo de libertades económicas como políticas como forma de progreso del país. Ha habido algunas mejoras en algunos sectores pero no se puede hablar de una mejora general porque hay sectores que crecen distinto. Por ejemplo, el rubro telecomunicaciones venía muy rezagado y han crecido. Otros como el agro y sectores primarios donde se mantuvieron, los más golpeados son el industrial, comercial y el turismo y tenemos los que están muy mal como la construcción que está parada en un 95 por ciento.
Hay todo tipo de variabilidad que también incluye la actividad en las regiones y en el interior el país. Hay problemas graves que afectan a todos por igual como es el tema del financiamiento que en Venezuela es muy escaso y solo acceden los que son generadores de dólares y tienen una posición muy especial.
-¿De cuánto es?
-Estamos a nivel de 16 por ciento mas las comisiones y el compuesto. Hablamos de un 20 por ciento en dólares. Eso es muy jodido para un negocio. Por lo tanto, la capacidad de la economía de crecimiento exponencial te la da el crédito. Si montas un negocio a punta de tu propio capital, la capacidad de multiplicación es mucho menor.
Otro problema es el de los servicios públicos, especialmente en el interior que tenemos problemas mas graves de electricidad con ciudades que sufren apagones de 12 horas y problemas de combustibles, que si bien mejoró un poco, no se puede justificar esto en un país petrolero.
-¿Y los impuestos?
-Son altísimos. Con la caída de la industria petrolera, el estado optó por pechear a los empresarios. Tenemos empresas que usan el 58 por ciento de sus utilidades en impuestos. En ese panorama estamos.
-¿Hay algo bueno para destacar?
-Si, claro. La seguridad personal ha mejorado, pasamos de un país inseguro a uno casi totalmente seguro. La seguridad ya no aparece en las encuestas que hacemos nosotros.
-Lo destacó Trump la semana pasada..
-Si, dijo también que exportamos delincuentes pero lo cierto es que hay una política intensa de protección y respeto de la propiedad privada y de la vida. En ese marco creemos que mas allá del resultado electoral se tiene que seguir produciendo cambios en el marco jurídico económico porque hay una realidad que es que la renta petrolera no existe más.
Vamos caminado hacia allá, tal vez con uno podría ser más rápido que con el otro pero bueno, el empresario que no es optimista no es empresario. No puedo arrancar una jornada con mis trabajadores diciendo que va ir mal.
Vamos a seguir apostando a Venezuela y como siempre decimos, después del 28 viene el 30 que es el día de pago de salarios, de proveedores y todo. Las empresas tienen que seguir trabajando y por eso deseamos que el proceso electoral transcurra en paz, que sea motivo de encuentro, se respete la decisión de las mayorías y haya negociación y diálogo.
-Usted dijo en una entrevista reciente que no habia que demonizar el diálogo. ¿Creen que pueda ser posible cambiar la lógica de la confrontación?
-No hay que demonizar el diálogo, en todo país del mundo se reúnen los empresarios con el gobierno. Aquí es algo eventual y deberíamos normalizarlo. Hablo de demonización porque aquí alguien sale en una foto con un funcionario y ya hay polémica cuando lo normal es que se reúnan trabajadores y empresarios con el gobierno donde cada uno tenga una opinión para llegar a un acuerdo.
-¿Tiene posibilidad de hablar con el gobierno de todos los problemas?
-Sí, en términos generales sí, después que se resuelvan es otra cosa pero sí tenemos dialogo fluido en base al respeto y el reconocimiento de las partes. No hay maltrato, cosa que antes con Chavez si pasaba. Ya no hay medidas de expropiación pero faltan muchos cambios, hay que desmontar un modelo que ni siquiera se aplica pero esta ahí. Yo no puedo decirle a un finlandés, ven para acá y explicar que la ley de control de precios no se aplica. Hay que modificar el marco jurídico para darle más confianza a los inversores.
-¿Cuánto ayudó al sector privado el giro económico?
-Con la apertura que ocurrió durante la pandemia el gobierno se esforzó en dejar correr el dólar y eliminar restricciones porque no había dinero. Eso le dio aire a la economía que es lo que se ve porque hay libre convertibilidad, dentro de todo.
Pero por otro lado ahora se empeñaron en bajar las operaciones en dólares y aumentar la de bolívares y eso trae aparajeado impuestos para que se produzca. Lo que necesitamos es que la gente tenga facilidades para comprar, pagar o que sus ahorros no se lo lleve el agua de la inflación.
Esperamos que continúe la apertura, las charlas que tuvimos con el gobierno nos han dicho que vamos a trabajar hacia alla y tenemos que ser optimista en ese sentido. Lo mismo con la oposición, que han dicho que implementarán una política de mercado y de más libertad económica, que es lo que necesitamos.
-¿Hablaron de esto con todos los candidatos?
-Sí, aqui estuvieron Edmundo González, Maria Corina Machado, Antonio Ecarri y Marquez.
-¿Y Maduro?
-El presidente no logró venir.
-Cuando uno recorre las calles de Caracas puede verse muchos comercios vendiendo cómo convive esa dualidad de monedas?
-La moneda oficial es el bolívar pero el dólar está corriendo. La gente recibe ambos sin problemas, las operaciones bancaria son en bolívares en el 70 pro ciento, el dólar corre mas en el efectivo y el menudeo.
-¿La informalidad y el emprendedurismo es un problema?
-Si, es un problema porque tiene muchas trabas para formar una empresa nueva, poco financiamiento, prefieren informalidad para no pagar impuestos. Es un desafío que tenemos y hacen falta normas ágiles y endulzarle la píldora para conseguir financiamiento.
-¿Cuánto afectaron las sanciones económicas?
-El principal problema que tenemos es el marco jurídico de la economía que es restrictivo. A eso le metiste las sanciones. Es como un paciente con neumonía que le dio covid, no es posible para una empresa moverse en ese escenario.
Aunque las sanciones no eran direccionadas al sector privado, el sobrecumplimento afecta. El gobierno tiene sus formas para evadirlas, a nosotros que somos formales nos cierran la cuentas en dólares o muchos proveedores se han ido por el miedo a tratar con un ente que no sabe si le vende al estado, los puertos son catalogados de inseguros y la oferta de vuelos para incentivar negocios es limitada pero confiamos que una vez pasado el proceso electoral se hagan los cambios que necesita la economía porque sino nos vamos a seguir empobreciendo.
-¿Cuál es son las perdidas que sufrieron con esto?
-Se perdió el 80 por ciento del PBI en 20 años, la confianza fue cayendo y la regulación de precios acabó con empresas. Pero ahora vemos otra aproximación hace dos o tres años para cambiar el modelo de control a uno de economía mas libre.
-¿Hablan con sus pares en Estados Unidos para levantar las sanciones?
-Hemos ido a reuniones para explicar la importancia de levantarlas y sobre remarcar que no ha servido acá y en ningún lado y solo empobrece a los países. Somos de la idea que los gobiernos tienen que resolver los problemas entre los gobiernos sin afectar a los ciudadanos. Las sanciones nos afectan a todo nivel.
-¿Como se puede dimensionar la perdida económica de las expropiaciones?
-Entre lo expropiado y lo no expropiado, lo que están manos del estado y lo que no, hablamos de mas de 800 empresas perjudicadas. Nosotros hemos dicho que las expropiadas tienen que ser devueltas, sobre todo las que tiene el estado y son eficientes. Sería importante una negociación de la deuda pero para eso tenes que eliminar las sanciones y para eliminarla se necesita un acuerdo político. Es una concatenación de elementos.
-¿Cree en la convocatoria de unidad nacional que hizo Maduro en el cierre de campaña?
-Es importante siempre que se haga bien y no sea solo un llamado a un grupo sino a todos. Esto tienen que hacerlo gane quien gane, porque es necesario llamar a un acuerdo nacional. Pero no se puede imponer, los acuerdos no se imponen, se negocian, no se decretan, se construyen y debe tener una participación transversal
-¿Cómo imagina el empresario el lunes 29?
-Me gustaría que el que gane piensen en la gente sin amarres ideológicos ni partidista. El país necesita transformaciones con sus diferencias, volver a esa Venezuela donde tener diferencias no te convierte en enemigo. Sueño con eso, un país unido, que vuelvan los que se fueron y los que están acá que sigan ilusionados con el país, que vengan capitales y empresas que generar trabajo, dinamismo social y mejorar los salarios de los trabajadores y tengamos mas mercados para recuperar la economía.